Figura delgada, blanca y puna;
tu insignia es una manzana,
pero las serpientes te tienen miedo.
En tu presencia no existe la ignorancia;
el aburrimiento te es ajeno,
das fin a cualquier enigma,
todo a la gracia de un dedo.
Eris se indigna de tu existencia,
uniendo sociedades con las manos,
no hay desigualdad ante tu ojo,
las Hespérides te cultivaron.
Imprescindible en cualquier plano,
el futuro entre las manos;
la multitud te vitorea,
y aunque algunos pocos te pasean,
no hay quien se arrepienta o se resista
a poseer tu esbelto cuerpo.
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